Schliemann fue la persona que pudo hacer la excavación de la ciudad de Troya y por lo tanto poder encontrar una serie de ciudades a medida que fue excavando en esta zona de Turquía, además de una serie de materiales de gran valor, oro y demás. Todas estas piezas fueron llevadas al museo Pushkin de Moscú, donde actualmente se encuentran y donde se pueden ver y disfrutar.

Troya no fue descubierta como este arqueólogo, ya que después de su muerte fue el ayudante la persona que continuó el gran trabajo para descubrir Troya y fue esta persona la que poco a poco fue descubriendo las diferentes zonas de la ciudad. El trabajo para descubrir la ciudad de Troya fue duro, sobre todo porque había muchas otras ciudades y piezas antiguas con las que tenía que tener cuidado. Este descubrimiento de las ruinas de la ciudad de Troya fue un gran descubrimiento, sobre todo porque es una de las ciudades más famosas de la Antigüedad y Turquía tiene la suerte de tenerla en su territorio.

A lo largo de estos años se ha ido perfeccionando la información acerca de la ciudad de Troya y aunque no se sabe todo, al menos se conoce mucho acerca de ella y las ruinas hablan por sí solas, así que es una ciudad muy agradable para visitar y para ver de cerca, sobre todo porque es una ciudad famosa y merecerá la pena estar cerca para ver todo lo que aún queda de ella, que es mucho y es cuanto menos un lugar digno de descubrir en Turquía.

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