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En Turquía acaban de aprobar una regulación por la que podrán meter en la cárcel a todas aquellas mujeres turcas que sean inseminadas en un banco de esperma extranjero, algo que es cuanto menos peculiar, sobre todo porque no se ofrece la posibilidad de que las mujeres turcas puedan inseminarse en el lugar donde quieran, sobre todo porque la libertad para las mujeres está muy limitada y en este tipo de asuntos queda demostrado que Turquía es un país donde todavía queda mucho por hacer para que las mujeres puedan decidir por ellas mismas.

Ahora las mujeres pueden pasar algunos años de cárcel si son inseminadas en un banco de donante de esperma extranjero, sobre todo porque desde Turquía se quiere preservar la raza tuca, mientras que rechaza cualquier esperma del extranjero, para no mezclar la raza turca con otras razas del mundo. Ahora la mujer no tiene la oportunidad de decidir el tener un hijo de un donante extranjero, porque se enfrenta a penas de cárcel de hasta 3 años, algo lamentable.

Este país que sigue limitando la libertad de las mujeres es el mismo que quiere entrar en la UE, algo que no es coherente, porque debería dejar libertad absoluta a las mujeres, sobre todo cuando el niño lo tendrán ellas y ellas deberían ser las que decidieran si quieren tener un hijo de un donante extranjero o de Turquía. Este tipo de cosas son las que todavía alejan mucho a Turquía de la UE, porque necesita avanzar en ciertos temas importantes, sobre todo temas de libertad.

Foto|Flickr

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